Por conveniencia e imprudencia

Son muchas las deficiencias que padecemos y mejoras a las que aspiramos los conductores en México y sin entrar en el tema económico si es totalmente necesario entrar al tema cultural (vialmente hablando) que en repetidas ocasiones he sostenido no existe en México.

En la zona de Jurquilla, en la ciudad de Santiago de Querétaro se realizaron en los últimos 18-24 meses una serie de cambios y en justa dimensión, mejoras a la vialidad. Desafortunadamente siempre quedan asuntos sin terminar o dejan de funcionar como deben y pasan muchos meses para que se reparen.

En especial quiero hacer énfasis en un paso peatonal, que para hacer a los conductores reducir la velocidad se instalaron “boyas” amarillas, mismas que a cualquier conductor cuidadoso de su auto no se las “vuela” ni de broma. En fin, en varias ocasiones se han removido una serie de boyas de forma tal que sea fácil para los conductores “atinarle” al paso para no tener que frenar. Todo mundo se pelea por el carril de “alta” o el más a la izquierda de la calle de tres carriles ya que sobre este carril no hay boyas y no es preciso frenar.

Cabe mencionar para quienes no circulan por la zona, esta es una intersección en la que de un lado de la avenida está el campus de la UVM Querétaro y del otro está el campus de la UNAM.

Afortunadamente los accidentes que se han presentado han sido entre fierros y hasta donde se (no soy policía y tampoco me gusta leer el periódico local) sin fatalidades y claro, como tristemente suele suceder, las boyas serán reemplazadas por su majestad el TOPE después de que algún transeúnte, sin temor a equivocarme, un honorable y distinguido universitario tenga la mala suerte de tropezar mientras trata de ganarle el paso a un cómodo conductor.

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